miércoles, 16 de diciembre de 2009

comenzamos con algodón!!!!!







Comenzamos con el algodón!!!!!!
Cuando iniciamos la actividad en Santiago del Estero teníamos a cargo la producción de tejidos de 17 teleras distribuidas en cuatro comunidades. Este año el número de tejedoras se incrementó a 57, entre otras cosas porque varias hijas de teleras volvieron a sus comunidades para ayudar a sus madres y aprender el oficio.
Además, a partir de octubre del 2009 se incorporó una nueva comunidad más alejada de nuestra primera zona de trabajo, pero que atendemos con gusto porque conocimos el entusiasmo de sus integrantes. Esto hace el trabajo más difícil logísticamente, debido a la inaccesibilidad de los caminos y a la dificultad del transporte, aunque este punto es en algunas oportunidades resuelto gracias a la buena voluntad del padre Roberto Murall. Otras veces debemos recurrir a un costoso alquiler de vehículos para llegar a las comunidades ubicadas en pleno monte santiagueño.
Nuestro esfuerzo por asegurar un precio justo para la producción artesanal, abandonando la consignación de las prendas y manteniendo la continuidad del intercambio, ha repercutido favorablemente entre tejedoras locales que pidieron ingresar al proyecto. La tarea también hizo que se notara un aumento de la creatividad puesta en el hilado, el teñido y el tramado de los tejidos, así como la adopción de nuevos modelos de prendas por nosotros sugeridos.
Otra de las tareas realizadas en las comunidades fue la de capacitación. Se abordaron temas como el de reglas de mercado, necesario para que las artesanas sepan optimizar la relación “costo-beneficio” de su trabajo. El objetivo es que conozcan los aspectos de la negociación dentro de las normas de de comercio justo.
En este año se produjo también una importante novedad: se compraron 200 Kg. de fibra de algodón con el dinero de una donación con el fin de mantener la producción de prendas durante los meses de verano, en que la demanda de prendas de lana se reduce drásticamente.
El algodón fue distribuido equitativamente entre los 5 grupos de teleras para que lo hilaran, tiñeran y tejieran según sus capacidades. El resultado fue exitoso y en este viaje de diciembre trajimos para la venta un importante número de prendas de muy buen gusto y confección.
La teleras santiagueñas, gracias a todo esto pueden resurgir, recuperar sus conocimientos ancestrales, sostener sus hogares con una fuente de ingresos digna y volver a sonreír, porque sienten que no están solas y abandonadas en el monte, sino que hay que mucha gente buena como vos que las respalda y alienta a hacer lo que saben.

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